La formación de los públicos culturales como proceso pedagógico.
La formación de los públicos culturales es preocupación corriente hoy día no solo en Cuba. En muchos de los abordajes se ha reconocido que es un asunto de educación, incluso didáctico, pero sin detenerse estos en lo que debe hacerse para contar con agentes formativos que de modo práctico lleven adelante el proceso. La mayoría de las proyecciones proponen medidas educativas en las escuelas o de índole cultural en las instituciones culturales. Ha faltado así una visión integradora, reconocedora de que el término “formación de públicos culturales”, aunque pertenece al campo cultural por su contenido, atañe a la pedagogía por la tipología del proceso a emprenderse. No se ha asumido entonces la necesaria integración de ambos campos del saber: educación y cultura, y hacerlo sin abandonar la institución cultural como centro del proceso formativo (protagonismo dado por ser ella escenario de la practica cultural, requisito para una autentica formación del consumidor cultural), sino incorporando una dimensión formativa a la gestión cultural tradicional y buscando herramientas en la educación popular y la educación no formal, ramas que reconocen la utilidad de los procesos formativos no áulicos. La gestión formativa cultural debe no solo integrar la proyección formativa de las disciplinas del trabajo cultural, sino lograr la colaboración formativa de las instituciones sociales de la comunidad y llevar a los miembros de la comunidad a una participación consciente en el proceso, promoviendo y estimulando la autogestión formativa cultural como un derecho y deber ciudadano.
Intitución: Centro de Investigaciones Culturales “Dr. Enrique Sosa”
Ciego de Ávila
Cuba